26 octubre 2010

el cuerpo del poema

Estos poemas son parte de la plaquette son las diez y veinte que se ha publicado bajo el sello Editorial Rodeada de Insectos con ejemplares hechos y pintados a mano durante el otoño del 2009 en Jalapa, Veracruz. La formación estuvo a cargo de Iridiana Guevara, así como el diseño y la pintura de algunas de las portadas.


Sólo se ha realizado una lectura con proyección de visuales y música en octubre del 2009 en la Galería Interferencial en la Ciudad de México dentro del Cuarto Recital Chilango Andaluz

[fragmento]
A los amaneceres de este año
0
En cada cicatriz del cuerpo
Una palabra y un aroma
1
(esto es la cabeza del poema)
Cae lenta tu mirada desde el cielo de tu frente
Se adentra una mirada tuya en el cielo de tu frente o en el abismo del abismo de tu boca al decir tu nombre como un nacimiento de sonido como gotas en un pozo o lágrimas que lloraste una tarde en medio de la luz
Cae tu mirada sobre las hojas en blanco, hojas rotas y quebradizas, hojas de árbol y hojas de arbusto ardiendo en el corazón de una ciudad rota y quebradiza
Viene tu mirada como la raíz o la rama, tu mirada soplo, un aliento de mujeres que se evaporan con el eco de tu abrazo, el estrépito de hombres que se agitan en el espejo de tus manos
Y eres una piedra creciendo en medio de la noche, una sombra a medio día, un secreto atrapado en la punta de tu lengua
Y en tu respiración tu pelo crece como las mareas de un océano sin nombre y cada hueso tiembla en la bóveda de tu abdomen tibio y cada noche sabes que tus noches son más largas y más sueño y más silencio y más frías que las noches de tu infancia cuando un sueño era para siempre
Ahora
tu cuerpo es el cuerpo de lo que miras
tu carne es el polvo de lo que parecía eterno
tu sangre es el mar prehistórico de náufragos sin nombre
tu luz es la voz de mi silencio.
2
En algún lugar de tus ojos
Escondías un verso impuro
3
(esto es una extremidad del poema)
Jamás has conocido el desierto ni la noche
No tienes nada además de tus manos para beber el agua de tu soledad
Los ojos que te vieron crecer se han vuelto viejos como tus párpados
Hoy regresarás a mecerte con el viento sobre una hamaca desasida de la tierra
Y te comerá la noche el sueño
Y la hoguera de tu boca se inflamará de adioses y bienvenidas
Así
la forma de tu boca será el relámpago
una pérdida de tiempo en el tiempo perdido de todos los días
una orgía de instantes como tu risa en una tarde sin sentido
en un día de estallidos ásperos un número un olvido plateado una llovizna el tigre de tu alma
y volverás a ser una espeluznante nada que tiene vida para morir sonriendo o llorando en la almohada de tu alma maligna de tu orgullo bondadoso
y hoy te masturbarás con el silencio con el griterío de una calle con el ronroneante silbido de tus pesadillas y vendrás a verme como un nacimiento de luces
y mañana regresarás a los brazos de un dios tibio que te endulza cada color interno cada amarillo o negro o rojo: íntimos cimientos de tu mañana es nada
4
En el centro de tu lengua
Apagarás las brasas de mis cigarros y los versos
5
(esto es la piel del poema)
Contemporánea y sola
se queda tu estructura fugaz en una selva de palabras
Ausente como una risa en medio de la noche en medio de la tarde
Eres toda tú sin saber que te crece la sombra
como un follaje espeso de vida antinatural y húmeda
Adivinas una mentira en el lago de tus manos bajo el chorro de agua
y eres, en la frialdad del baño, una estatua más verdadera que tu total silencio
6
El cabello te ha surgido como la fibra óptica del mundo

[el resto del poema puede leerse en Cabalgata de Arena]




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Registro fotográfico de las plaquettes
el cuerpo del poema
de Álvaro Itzamá








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